Creo que nadie puede describirlo
mejor que Lee Gómez, quien relata en "The Wall Street
Journal" cómo un jovencito de Silicon Valley introduce un
CD-ROM en su computadora y hace click en el botón
"Play", mientras sonríe maliciosamente ante lo que la
mayoría pensaríamos que es -todavía- tecnológicamente
imposible.
Para sorpresa de Lee, en la pantalla del monitor aparecen los créditos
de la película "The Matrix". La película se antoja
completa, de alta calidad. Ocupa la totalidad de la pantalla y
tiene un sonido impecable.
Pero, ¿cómo es posible? La película no está siendo reproducida
de un DVD (Digital Video Disk), que hasta hace poco era el único
dispositivo capaz de almacenar un largometraje. "The
Matrix" está grabada en un CD-ROM común y corriente, de los
que pueden ser "quemados" por cualquiera de las cientos
de miles de hogares y oficinas equipadas con PC's y grabadoras de
CD's.
Vamos por partes. En un DVD caben más de 5 Gigabytes, que es lo
que generalmente ocupa una película. Un CD puede almacenar
solamente 650 MB. Entonces... ¿Cómo es posible? Fácil. Sólo
hacía falta unir los ingredientes correctos y hacer algunos
hechizos cibernéticos. Hace ya varios meses que se había dado a
conocer en la red un programa llamado DeCSS, el cual fue
originalmente creado para permitir la reproducción de DVD's bajo
el sistema operativo Linux, pero terminó utilizándose para
romper la protección de copia de los DVDs. Luego, basándose en
el estándar de compresión de video MPEG4 modificado utilizado
por Microsoft Windows Media Player, se creó el DiVx, que permite
reducir el tamaño de una película digital a tan sólo un 10 o
20% de su tamaño original. Justamente lo necesario para que quepa
en un CD, y además disponible en la red para quien desee crear
películas DiVx.
El código de compresión utilizado por Microsoft fue reescrito
por un ingeniero francés llamado Jerome Rota, así como por un
hacker alemán conocido como "Max Morice", quienes
llamaron al código "DiVx;-)", sí, con el emoticón
incluido, como una especie de burla al fallido formato DiVx, una
especie de DVD en el que se tenía que pagar cada vez que se veía
la película de nuevo.
El MP3 del video
Ahora bien, tomando en cuenta que las conexiones de alta velocidad
(banda ancha o "broadband") están siendo cada vez más
utilizadas, cualquier persona que cuente con accesos DSL (Digital
Suscriber Line), T1 o T3 puede "descargar" una película
de la red en 1 hora o poco más, cuando bajar la misma película
en formato DVD hubiese tomado horas y hasta días.
De momento, esta clase de sitios -en los que se pueden descargar
películas- son escasos y se manejan en el mundo
"underground" de la red. Generalmente cambian de nombre
muy rápido y son difíciles de encontrar, pero, al menos de
acuerdo con la revista hacker 2600, la piratería de películas a
una escala similar a la del MP3 con la música está a la vuelta
de la esquina, y no en el futuro lejano, como pensaba la industria
cinematográfica. Es cuestión de meses, no de años.
Y es que con los nuevos sitios de intercambio de archivos como
Gnutella y Scour todo puede suceder. No hay que olvidar que, como
son esquemas "Peer to Peer" (persona a persona) no hay
mucho que la justicia pueda hacer, pues no existen servidores o
alguien a quien se pueda castigar, a menos que se levante un
juicio a los cientos de miles de usuarios.
Otro punto importante es la calidad que se puede obtener en las
películas grabadas en un CD. Es un poco mejor que VSH, aunque
todavía bastante inferior al DVD, aunque tiene el agravante de
que no hay pérdida de calidad por más copias que se hagan, como
ocurría con las copias de VHS, o con las películas piratas
regrabadas con una cámara casera, generalmente borrosas, un poco
distorsionadas y con una pésima calidad de audio.
Por lo pronto, los creadores de DiVx se encuentran trabajando en
la segunda versión de este codec, que se llamará "DiVx Deux"
y no utilizará software de Microsoft.
Más información en
http://www.mydivx.com
y
http://www.projectmayo.com